viernes, 6 de diciembre de 2013

El Génesis contra la ley de bronce de los salarios

http://cultura.elpais.com/cultura/2013/12/06/actualidad/1386332944_531082.html
Zhang Yimou, demandado por violar la política china del hijo único
El director de 'La linterna roja', padre de cuatro vástagos, se enfrenta a una multa de 120 millones de euros
EFE Pekín 6 DIC 2013 - 13:29 CET
El director de cine chino Zhang Yimou afronta una querella por unos 120 millones de euros por haber violado la política del hijo único, que han presentado dos abogados.
Según publica hoy el diario China Daily, los dos abogados, que presentaron la demanda en la ciudad de Wuxi, en el este de China, quieren aprovechar el caso para llamar la atención sobre cómo los ricos pueden obviar con facilidad la prohibición de tener más de un hijo, mientras que los pobres o los ciudadanos que respetan las leyes se ven obligados a cumplirla.
Zhang reconoció la semana pasada que tiene tres hijos con su esposa Cheng Ting, y otra hija fruto de una relación anterior.
Uno de los dos abogados, Jia Fangyi, declaró en un comunicado que "los ricos se han hecho cada vez más audaces para violar la política de planificación familiar, simplemente porque tienen el dinero suficiente para pagar las multas que hacen falta, y extraen una cuota extra de recursos de la sociedad". "Es injusto para los pobres y para quienes respetan estrictamente esta política", señaló el letrado.
La querella exige que se haga pagar al director de Héroe y La Linterna Roja 500 millones de yuanes (60 millones de euros) en compensación por los recursos públicos consumidos y otros 500 millones en concepto de multa.
La querella se presenta después de que el mes pasado China anunciara la primera modificación en décadas de su política del hijo único, por la cual se autorizará tener un segundo bebé a las parejas en las que uno de los miembros es también hijo único.
Decía mi admirado Rainer María Rilke que toda vida es vivida, toda existencia tiene su secreto.
Y mi vida, mi propia, jodida y asquerosa vida me ha empujado a pensar lo que pienso, lo que no puedo dejar de pensar.
A lo peor, con lo que voy a escribir suscito furibundas críticas de los partidarios de la libertad, de la omnímoda libertad, y pierdo algún amigo o amiga como me ocurrió no hace mucho con los 3 posts que pergeñé sobre tres tremendas jueces, perdón, juezas, a las que califiqué de superwomans.
En todo caso, creo que la dureza de mi vida puede servirme de excusa absolutoria ante mis acusadores.
Son muchas las cosas que admiro de ese país, absolutamente increíble, que es China. Claro que también hay otras que detesto.
Me refiero a esa prohibición de que las parejas tengan más de un hijo.
¿Cómo llamaríamos esto, el derecho a la paternidad o a la filiación?
Por supuesto que sé que hay gente, sobre todo mujeres, para la que los hijos son la culminación de su propia vida y que esto se ha basado en el instinto natural que hace que la vida humana se perpetúe.
El “Creced y multiplicaos y llenar la Tierra” del Génesis, está directamente relacionado con la ley de Bronce de los Salarios, de David Ricardo, que afirma que el posible aumento del salario que percibe un obrero repercute inmediatamente en su atrevimiento sexual,que le impulsa a aumentar su número de hijos por lo que,dividiendo el importe de su salario por su número de vástagos,el cociente permanece inalterable, como si se hubira fijado en unas puñeteras tablas de bronce.
“Oiga”-se me dirá-“v., hasta ahora sólo está escribiendo sobre sexo, economía, trabajo y salarios pero ¿y los derechos del hombre y del ciudadano?”.
Precisamente de ellos es de lo que quiero hablar.
El primer derecho del hombre, estoy tentado de escribir también “deber”, es vivir, entendiendo por ello hacerlo decentemente y no como un esclavo de los que le pagan el salario.
Esto, sólo desde el punto de vista, meramente físico, pero es que enfocando el problema desde un punto de vista en el que se consideren, además, los aspectos sociopolíticos y morales, la cosa se complica mucho más.
Un tipo, que no tiene asegurado siquiera su propio sustento no es que sea simplemente un inconsciente si procrea, es que además en un auténtico criminal porque condena al fruto de su instinto a arrastrar toda su vida una existencia miserable y a gravar a la sociedad de la que forma parte con la obligación de proteger, si es que puede, el fruto de su inconsciencia social.
Y a esto el cineasta en cuestión puede responder: “eh, oiga, que yo con el producto de la explotación de mis películas en todo el mundo puedo costearme no 10 hijos sino 100".
O sea que los  que viven en países muy socializados pretenden también en esto de la procreación tener un privilegio más.
Pero parece que allí, en China, todavía no se les consiente.

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