jueves, 19 de diciembre de 2013

La traición de los periodistas

 A veces, como a todos los locos, me da por algo y no hago más que repetirme como un papagayo.
Ahora, tengo dos manías: la política y el deporte, y los jueces.
Lo de la exclusión del deporte de la política es algo que no alcanzaré nunca a comprender, y mira que me esfuerzo, pero, claro mi mente no sólo es esclava de la lógica aristotélica sino que, además, se ha fundamentado todo lo que ha podido en la lectura de los clásicos.
Creo que ya es la 1000ª vez que lo cito: “el hombre es un zoon politikon”, una animal político, de tal manera que el hombre que no es político o es un dios o es una bestia.
Y aquellos viejísimos y rancios políticos que fueron los emperadores romanos, que admitieron como lo más natural del mundo la esclavitud, ya nos lo dijeron claramente: ‘al pueblo, “panem et circenses”, o sea, pan y circo, o sea, fútbol, mucho fútbol, fútbol todos los días y a todas horas, de modo que a cualquier hora que pongas la radio, cualquier día, fútbol que te crió.
Pero toda esa gentuza a los que Julien Benda, no sé muy bien por qué, llamaba clérigos, cuando hablaba de su traición, se empeña en seguir traicionando, en colaborar ardientemente en la esclavización del pueblo afirmando, sosteniendo, manteniendo, que el fútbol, coño, el fútbol, ese remanso arcangélico de la actividad humana, no tiene nada que ver con la política. Una de dos, o son los más cínicos de todos los cínicos o los más burros de todos los burros.
O las dos cosas a la vez porque hay que tener el alma muy podrida para seguir así engañando a la gente pero también hay que ser imbécil de nacimiento para pensar que la tente es tan idiota que se lo cree.
Y es que es demasiado evidente el cuntubernio montado por los políticos españoles y sus corifeos de la futbolería para que nadie tenga la poca vergüenza de sostener que el fútbol no tiene, no debe de tener nada que ver con la política, si serán cerdos.
Desde “in eternum”, incluso desde antes que aquel animal cuartelero echara a perder a este desdichado país para siempre, al ser el equipo de la capital de España, el Real Madrid, RM, no es que haya sido favorecido por la política sino que ha formado parte intrínseca de la misma.
 Y es que es lógico que sea así. Hoy, el sucedáneo de Nerón se llama Juan Carlos o Mariano y el jefe de su jauría de gladiadores, Florentino.
Pero las necesidades políticas a la que tiende su exigencia de camuflage son las mismas: hambre, esclavitud y miseria de las masas, derroche y ostentación criminal de los poderosos, también.
No me gusta demasiado hablar, o escribir, de macrocosmos y microcosmos, porque el mundo es uno y humano, demasiado humano.
De manera que no es que Florentino sea a Rajoy como Espartaco al jodido emperador romano, no, no se trata de equivalencias sino de identidades.
Y todo este rollo para hablar de Ramos y el Comité de competición de la FEF, que es algo así como Falange Española y Falangista sólo que lo bestia, como Villar no es José Antonio, no sé si escribir “gracias a Dios”.
El caso es que los defensas del RM son todos ellos agentes de su Majestad serenísima y como tales tienen licencia para matar.
Y matan. Y por ahí anda Pepe como si tal cosa, después de haber fracasado en sus intentos de descabezar a ¿Granero? Yy dejar manco a Messi, mientras un tal Blanco, juez único de competición, dijo tranquilamente que, para sancionar al criminal nato de Garófalo, alguien tendría que mostrarle a él las partes del cuerpo de sus víctimas separadas convenientemente de su tronco y entonces, ya veríamos.
 Y Ramos deja a Pepe a la altura del betún, porque todas sus entradas, absolutamente todas, son  merecedoras de roja directa, si no, vean cómo se las gasta el angelito en las fotos que ilustran este post.
 Pero el Comité de competición, creo que éste es el organismo, dice que de suspender a Ramos para el partido contra el Valencia, ni hablar, que la 1ª de las tarjetas amarillas no era tal, como si ellos no supieran que darle un codazo a otro en toda la boca, zas, no es amarilla sino directamente roja y eso es lo que hizo el tal Ramos.
Es por eso que el RM juega al fútbol en España como el gato con el ratón, en medio de las complacencias de toda esa gentuza, sabiendo como saben sus hienas que, lo dicho, tienen plena licencia para matar.

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