sábado, 27 de febrero de 2010

Vargas Llosa y Camilo José Cela

#246 Comentario por Malatestax 27/02/2010 @ 15:05

Eutiquio, ignoro si Vargas Llosa esmejor escritor o fascista. Una cosa no quita la otra. Lo mismo pasa con Cela, ¿no te parece?.

Malatesta, ambos tienen bastantes concomitancias en el desarrollo de sus propias personalidades y de sus carreras.

Los 2 comenzaron por la izquierda, Vargas Llosa por la ultraizquierda. Cela, no, porque Cela, desde que estuvo en el sanatorio antituberculoso, donde escribió Pabellón de reposo, ya comenzó a tener muy claro que lo importante era sobrevivir.

Que Cela tenía talento, un gran talento, es indiscutible. Un tipo que escribe La Familia de Pascual Duarte puede morirse tranquilo de que ha entrado en la historia de la literatura universal, justo al lado de Juan Rulfo, el autor de Pedro Páramo,  pero él era un arribista, no era un Delibes, cuyos Santos inocentes es superior al Pascual, entonces es seguro que Camilo pensó lo mismo que Zaplana, yo estoy aquí, en la literatura, para enriquecerme y todo lo enfocó por ahí, con una fe indestructible, en sus capacidades, el que resiste, gana, y ganó, Nobel y marquesado de Iria Flavia, pero, para ello, tuvo que dejar atrás una mujer heroica que le hizo de todo, desde amante a mecanógrafa, y un hijo que acabó no respetando a su padre porque, como ya he dicho por ahí, escribir bien es una cualidad en nada distinta a la de ser un buen encofrador o un buen mecánico. De modo que Cela es uno de los muchos goles que le han metido a la Academia Sueca, que se preocupa casi tanto de la honradez personal de los premiados como de su capacidad profesional.

Es por eso que Vargas Llosa no será nunca un Nobel, personalmente es detestable, es, para que nos entendamos, algo así como un Pío Moa de la literatura. Inicialmente fue comunista, como Gabo, pero éste es más genial como persona que como escritor, sigue siendo fiel a los que le ayudaron y entendieron desde el primer instante porque no es caprichoso eso de que es de bien nacidos ser agradecidos. Yo no sé si Vargas Llosa es un hipócrita que fingió su izquierdismo para seducir a Carlos Barral y que éste le concediera el premio Biblioteca Breve de novela por La ciudad y los perros, que, por cierto, yo fui incapaz de terminar de leer, porque se halla a mil quilómetros de distancia de los Cien años de soledad o de El otoño del patriarca, o es que realmente evolucionó desde un izquierdismo cuasi angelical hasta un ultraliberalismo neocapitalista, de cualquier manera, es una trayectoria, al menos para mí, absolutamente increíble que yo interpreté, como en otros casos, como una venta personal al capitalismo porque es imposible conjugar unos buenos sentimientos naturales con la santificación de la avaricia y el afán de lucro o de poder como el mejor estímulo para redimir al mundo y un escritor, un creador de mundos, o es utópico o es una bestia.

De modo que Cela, que llegó a ser censor franquista, es una persona tan detestable como este Vargas Llosa que quiso presidir Perú para hacer a ese país más desdichado aún de lo que era.

Ni uno ni otro merecen mi respeto por ningún concepto porque, para mí, la persona está muy por encima de su obra. Y la literatura está llena de grandes artistas, geniales creadores, que merecieron el desprecio y la cárcel como simples personas.

Buenas noches y buena suerte.

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