domingo, 11 de abril de 2010

Malditos Bastardos se ofrece como mi Sancho y me pregunta sobre el principio de inexcusabilidad




#232 Comentario por eutiquio1; 11/04/2010 @ 11:12
#134 Comentario por Malditos Bastardos10/04/2010 @ 01:15

Eutiquio, necesitas urgentemente un Sancho Panza…¡Me ofrezco voluntario!
Lo de pegarme, déjamelo a mi que como te he demostrado (ya que me retaste a ello), tengo mas guevos que el Capitan Centella y tu juntos…

Pero no es de huevos de lo que quiero hablarte ( ya que bastante hablamos ayer de ellos) lo que quiero que me expliques, si quieres y te apetece y cuando puedas, si lo del principio de INEXCUSABILIDAD que he mencionado en un comentario anterior, casa en derecho, mejor dicho en este caso de garzon, para reforzar la posición de Garzon en cuanto al tema competencias, o es que a mi como a Freud ( perdona Rosanna), cuando fumo, se me ocurren unas ocurrencias ( valga la redundancia) de lo mas ocurrentes, pero no demasiado practicas, dada mi querencia a leer sentencias, al igual que tu te tragas todo libro de caballerías que caiga en tus manos…
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Dios que buen Sancho si obiera buen Quijote, pero te tomo la palabra, jodido y maldito bastardo, porque creo que el mundo necesita, si nos lo permite Mercedes, que 2 tipos como tú y yo, tan contradictorios, tú eres, desgraciao, del Madrid, y yo soy su peor enemigo, que yo sepa, que vayan por nuestro pobre y pequeño mundo desfaciendo entuertos, o sea, como diría Malatesta, llevándonos todas las palizas que se pierdan por él.

A propósito, desagradecido, no me has dado aún las gracias por ayudarte a desechar aquella espantá con la que este blog hubiera perdido a una de sus más sinceras aunque indignadas voces, pero yo, qué le voy a hacer, si nací en el Mediterráneo, sabía que tú, con un nuevo permiso de Mercedes, eres absolutamente necesario, como has demostrado con gran aceptación por casi todos, trayendo a aquí, convenientemente desmenuzado, el famoso Auto de Garzón y por intentar, pero, Bill, qué grande eres, que se hable aquí del que quizás es el principio más útil para defender a nuestro buen-en el sentido de buena persona-juez: el principio de inexcusabilidad, de gran tradición en nuestro Derecho puesto que ha ido desde aquel artículo que decía el juez que renuncie a juzgar a virtud de silencio, insuficiencia u oscuridad de la ley incurrirá en responsabilidad , hasta ése mucho más moderno del 448 del C.P., precepto cuyo literal es el siguiente:

El Juez o Magistrado que se negase a juzgar, sin alegar causa legal, o so pretexto de oscuridad, insuficiencia o silencio de la Ley, será castigado con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a cuatro años.

Quiero resaltar que la sanción que tipifica el precepto penal es la misma que la que establece para la prevaricación, de modo que podría afirmarse, tal como tú pretendes, buen Sancho, que nuestro juez se hallaba atrapado en una trampa si no mortal sí moral puesto que se le había pedido por los más desamparados de los ciudadanos españoles, aquellos que vieron a sus más queridos familiares no ya sólo asesinados sin enterrados en tumbas ignominiosas sin nombre y desconocidas, que hiciera todo lo posible por averiguar qué había pasado con ellos, dónde estaban los que pudieran seguir vivos, y donde no podían descansar en paz sus restos porque ningún cadáver puede hacerlo lejos de un sitio conocido que puedan visitar sus deudos.

Pero qué buen instinto tienes, Sancho amigo, que te lleva infaliblemente a hablar de un principio que, yo por lo menos, no había visto mencionado hasta ahora por ningún sitio.

Un cordial abrazo, tarugo, porque me parece que eres el único tipo que no ha conseguido aún poner un comentario en mi blog.

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