martes, 20 de abril de 2010

¿Pacto Garzón y Tribunal Supremo?



#76 Comentario por eutiquio1; 20/04/2010 @ 20:11

Un pajarito me ha dicho que en las alturas de la judicatura se está negociando el asunto Garzón. Se trataría de un pacto por el que el juez accedería a abandonar su juzgado de la Audiencia Nacional, que es el que le ha aupado a la más alta de las famas juridiccionales del mundo y la Sala 2ª del TS, sobreseiría las querellas presentadas contra él.

No es inverosímil el convenio si se tiene en cuenta que las altas jerarquías de la judicatura saben ya que, si condenan a Garzón, su fama como jurisconsultos pasará a la Historia Universal de la Infamia y nunca ninguno de ellos será tomado en serio en el mundo.

Pero, así, a vuela pluma, a mí se me presentan 2 gravísimos escollos para llegar a un arreglo amistoso de la cuestión como se dice en términos judiciales.

Si uno parte de la base de lo que debe ser un juez normal, un hombre que se ha creído realmente su misión, o función, vaya usted a saber, de enjuiciar impunemente a otros hombres, no puede haber transacción posible ni por una ni por otra parte.

¿Vosotros os imagináis a Garzón pactando su deshonra para toda la historia? Un hombre que ha tocado el cielo varias veces con sus manos puesto que ha estado a punto de llevarse por delante a uno de los 3 más grandes canallas genocidas de la historia, el ínclito Pinochet, aparte su magnífico historial de instructor del terrorismo y del narcotráfico.

Y, por otra, en primer término un auténtico enfermo mental, el magistrado Varela, que ha invertido gran parte de su vida exponiendo a los alumnos que preparaba para su ingreso en la Escuela Judicial ni más ni menos que un Nuevo Evangelio en el que repetía machaconamente esta extraña profesión de fe: Dios vino al mundo dos veces, una, en Belén, y se llamó Jesucristo; otra en Jaén, y se llamó Baltasar Garzón.

Hay que odiar mucho a una persona que, además, forma parte de tu misma profesión, una profesión con un código corporativista tan terrible que no se admite-lo habré escrito ya aquí un millar de veces-que nadie ose rozar a uno de sus miembros con una pluma del ala de un ángel, sin que caiga sobre el infractor toda la ira jurisdiccional del mundo-el mundo, claro, son ellos-.

Yo, que he pasado 40 años de mi vida, cotidianamente, entre estos señores, sé que el formidable poder que se concentra en sus manos, quizá el más grande que pueda concebirse entre gente que se dice civilizada, se basa, sobre todo en esta máxima, porque el día que se admita claramente que esta casta cuasi sacerdotal no es intocable, la posibilidad de una justicia libre e independiente quizás sea admisible en nuestro desdichado país.

Por eso considero que el odio de Varela hacia Garzón es homologable al interés vital de éste por pasar a la historia como lo que es, un tipo que, además de jugarse la vida todos los días, enfrentándose a un posible atentado de terroristas, mafiosos y narcotraficantes, por eso el juez no aceptará de ninguna manera esta componenda.

Y si bien el Derecho procesal español permite el relevo del instructor de una causa penal-quedaría no obstante gente tan peligrosa para la salud profesional de Garzón como Prego, un tío más franquista que el propio Franco, y los otros 3 magistrados que han puesto la cruz sobre el nombre de Garzón en el escalafón de la judicatura española.

Así que lo veo ciertamente difícil, por mucho empeño que ponga en el asunto el Excmo. Sr. Don Carlos Dívar, ese hombre que le debe su cargo de Presidente del CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL,el órgano de gobierno de todos los jueces de España, y del TRIBUNAL SUPREMO, el máximo órgano jurisdiccional español, ni más ni menos que a nuestro buen Rodríguez Zapatero.

Pero cosas veredes, amigo Sancho

Por cierto que la frasecita de marras parece que no consta en el Quijote, aunque se atribuya al libro constantemente.

A propósito de Sancho, ¿dónde coño te has metido hoy, Malditos Bastardos, que no me prestas tu necesaria asistencia en trámites tan tristes como engorrosos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario